519 páginas. Romántica, erótica.

Sinopsis:

Sofía intenta seguir adelante… pero nada es lo mismo sin Héctor.

Sofía siente que se traiciona cuando un nuevo futuro se cuela en su vida.

Sofía enmudece al ver a Héctor en el Alejandría tras siete meses de silencio.

Héctor ha vuelto con un perdón en los labios y un hilo rojo como aliado.

Sofía y Héctor lucharán para volver a ser magia, pero ¿se puede mantener el amor sin renunciar a los sueños?

Sugerente, intrépida, tierna y pícara, Elísabet Benavent, @BetaCoqueta, pone el broche de oro a una bilogía en la que la magia se convierte en la razón que mueve el mundo. La magia de ser nosotros habla de las contradicciones de dos individuos cargados de culpas que se necesitan y que harán lo posible por encontrar un lugar en el que poder sentirse en casa.

Estaba claro que tendríamos que enfrentarnos a nuevas situaciones dramáticas entre Héctor y Sofía, pero particularmente en esta ocasión me parece que el drama ha sido excesivo, se le da demasiadas vueltas al mismo problema, con pocos diálogos y páginas y más páginas de (profundas) reflexiones personales de la pareja protagonista, que hace que, a mí al menos, se me haya estancado un poco la lectura en determinados momentos.

Por otra parte, la empatía que nos generan los personajes me sigue enganchando mucho; y no hablo solo de Héctor y Sofía, sino también de los personajes secundarios, sobre todo Oliver, del que iremos conociendo más profundamente su historia personal a medida que la autora la va intercalando con la principal, un poco para destensar de tanta complicación. A mí me ha venido muy bien.

Cuando estuve valorando leer la bilogía y leí alguna que otra reseña y opinión sobre la misma me sorprendió la gran cantidad de críticas negativas acerca del epílogo. Los epílogos de Elisabet siempre te dejan con un buen sabor de boca al cerrar el libro, por lo que los comentarios negativos me extrañaron bastante. Pues bien, en esta ocasión, si bien es cierto que la autora plantea el epílogo en una línea diferente a la que nos tiene acostumbrados, siento desmarcarme de la opinión general: personalmente a mí el epílogo de La Magia de ser nosotros me ha ENCANTADO. Ha hecho que recupere toda la “magia” que había perdido en ocasiones a lo largo del libro, de forma que las últimas páginas me han resultado muy entrañables y he cerrado el libro con una sonrisa en la cara.

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