Me suda la cara tras la mascarilla y, aunque aquí no me tengo que proteger, estoy acostumbrada a llevarla. Ante mis ojos se extiende un inmenso bosque de piedras amarillas, dicen que el último ecosistema que permanece intacto. Cierto que entre tanta roca no hay flora capaz de brotar y su fauna causa un poco de respeto (osos, bisontes, wapitíes… casi nada), pero me alegro de mi elección. Tantos juzgados, detenidos, testigos, contratos por revisar, ERTEs, papeles, más papeles… Necesitaba desconectar.
Qué pena mi marido, también abogado, que no ha podido acompañarme. Está con los niños. De repente me zarandean y … hablando del rey de Roma …
– ¡Es mi turno! ¿Qué tal por Yellowstone?
Le cedo el sitio con desgana. Toca reinventarse, dicen, y desde que sabemos que este agosto toca trabajar, solo nos quedan estos viajes virtuales. Le estamos cogiendo gustillo … mañana me voy a Cuba.
Publicado en mayo 2020 en abogacía.es
Palabras obligatorias: ecosistema, fauna, bosque, brotar, proteger.