Novela negra/policíaca/misterio. 656 páginas.
Sinopsis (amazon): La noche del 30 de julio de 1994, la apacible población de Orphea, en la región de los Hamptons, asiste a la gran apertura del festival de teatro. Pero el alcalde se retrasa… Mientras tanto, un hombre recorre las calles vacías buscando a su mujer, hasta hallar su cadáver ante la casa del alcalde. Dentro, toda la familia ha sido asesinada.
Jesse Rosenberg y Derek Scott, dos jóvenes y brillantes policías de Nueva York,resuelven el caso. Pero veinte años más tarde, en la ceremonia de despedida de la policía a Rosenberg, la periodista Stephanie Mailer lo afronta: asegura que Dereck y Jesse se equivocaron de asesino a pesar de que la prueba estaba delante de sus ojos, y afirma poseer información clave. Días después, desaparece.
Así se inicia este colosal thriller, que avanza en el pasado y el presente a ritmo vertiginoso, sumando tramas, personajes, sorpresas y vueltas de tuerca, sacudiendo y precipitando al lector sin freno posible hacia el inesperado e inolvidable desenlace.
Reseña: La desaparición de Stephanie Mailer es la última lectura que ha caído en mis manos y me resulta muy difícil hacer una reseña de ella, primero, por la complejidad de la trama, que hace que no quiera contaros mucho a riesgo de daros más detalles de la cuenta; y segundo, porque tenía el listón tan, tan, alto con este escritor, que esta novela me ha dejado muchos sentimientos encontrados. La trama se sitúa a caballo entre presente y pasado, con 20 años de diferencia, con un gran número de personajes principales o que pueden parecerte que lo sean en un determinado momento. Luego lo serán, o no. La participación de algunos en la trama principal, o incluso determinados personajes en sí mismos, son absolutamente prescindibles. No aportan, solo van de relleno en la historia, enmarañándola aún más sin necesidad.
Ahora bien, está todo tan bien escrito e hilado que el lector va pasando páginas sin ningún esfuerzo, cada vez más metido en la trama. Todo está estructurado a la perfección y resulta muy adictivo. Muchos giros inesperados y bien organizados en una trama coherente que va ganando intensidad a medida que avanzan las páginas. Buen final también en mi opinión, totalmente creíble y sin dejar un solo cabo suelto.
En definitiva, es una novela muy amena que cumple el objetivo primario de toda lectura: Entretener. Ojo, que no está nada mal. A partir de aquí, si has leído antes al mismo autor, seguramente esta novela saldrá perdiendo. Al menos así me ha pasado a mí.
¿Os habéis leído La desaparición de Stephanie Mailer? ¿Qué os ha parecido?
Feliz fin de semana. Y felices lecturas.