El Día Internacional para la erradicación de la pobreza se celebra cada año el 17 de octubre, desde el año 1993, como iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el propósito de que todos tengamos mayor conciencia sobre la necesidad de erradicar la pobreza e indigencia en todos los países. Como siempre, os traslado esto a los cuentos. Hay álbumes ilustrados o libros infantiles muy apropiados para abordar el tema con los pequeños lectores y hacerles ver y comprender perfectamente su importancia.
El primero de la lista se titula Soy un punto. Un álbum ilustrado que en apariencia se nos muestra muy sencillo, en dos colores únicamente (blanco y negro) y en que los protagonistas, los puntos, se van uniendo para formar figuras. Texto en mayúsculas y con frases cortas. Pues bien, no es tan sencillo. Para nada. Es todo un llamamiento a nuestros niños, al futuro, para que se conciencien de la importancia de compartir los unos con los otros, respetarnos y, sobre todo, ayudarnos en caso de necesidad. El libro nos muestra dos mundos contrapuestos, el de los ricos y el de los pobres, y ayuda a los niños a ver cuál puede ser la solución para construir un mundo mejor en el que todos podamos vivir en unas condiciones aceptables y, en definitiva, en paz. Un álbum ilustrado muy gráfico, muy visual y, como veis, con buen mensaje.
El segundo libro del que quiero hablaros es Los simblanca, de Edelvives. Un cuento de Navidad muy moderno, adaptado a la sociedad actual (y por eso a los niños les llega rápido y fácil), que nos presenta a una familia pobre, que no tiene nada que llevarse a la boca. Ojo, que ronda por ahí un tal Don Nicolás que nos hará seguir creyendo en la magia de la Navidad. A partir de 6 años aproximadamente pienso que es un libro muy recomendable para los niños.
El tercero y último ya os sonará a los que me seguís: se trata de La gran fábrica de las palabras, que nos muestra, al igual que el primer libro del post, una sociedad injusta y desigual, en el que los ricos son los que pueden comprar las palabras necesarias para expresarse de una forma adecuada; y los más pobres… están condenados al silencio. A los niños les llega por un lado ese mensaje de necesidad de cambiar la sociedad y por otro que, por más que a veces lo parezca, no todo se compra con dinero. No hay nada como el poder de los sentimientos. Podéis leer la reseña completa, en este enlace: La gran fábrica de las palabras – reseña.
Os deseo a todos que paséis un buen día. Y gracias por pasaros por aquí.