Déjame envolver tu sueño, déjame crecer contigo. Disfrutemos juntos del camino. Haz malabares conmigo, aprovecha todo lo que te ofrezco. Hazlo. Sin pensar qué pasará. Sin pensar en el final. Soñemos hoy con un mundo de baldosas amarillas y paseemos mañana por el centro de la tierra. Prometo reconfortarte cuando tu cuerpo tiemble por el llanto y darte motivos para que de tus ojos broten también lágrimas de risa. Haré que te evadas de la realidad y ni siquiera importará si decides compartirme con otro. Solo ansío que me devores. Por favor, hazlo. Ábreme de una vez.
Léeme, soy tu libro. Hazlo. Sin pensar en el final.