A medida que los pequeños lectores van creciendo se hace más complicado recomendar lecturas con carácter general (al menos a mí me lo parece), pues creo que hay que tener en cuenta el nivel de lectura, si tiene o no hábito y, sobre todo, sus intereses y gustos. No obstante, voy a intentar ofreceros una lista de cuentos imprescindibles que tienen la suerte de gustar a todos, o casi.
Hoy le toca el turno a los clásicos, que esos no suelen fallar:
Charlie y la fábrica de chocolate, uno de los libros más conocidos de Roald Dahl. Seguro que vuestros pequeños lectores se quedan pegados a las páginas de este libro en cuanto conozcan a Willy Wonka, un tipo diferente, alegre, por supuesto un poco loco y, en definitiva, increíble. Este autor tiene otros títulos también bastante conocidos y recomendables, como Matilda o Cuentos en verso para niños perversos.
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La historia interminable, de Michael Ende. Muchos, entre los que me incluyo, nos vimos arrastrados al fascinante mundo de la literatura gracias a este libro. Bastián, el protagonista, es un niño que adora leer porque gracias a los libros consigue evadirse de la realidad, de un mundo donde piensa que no encaja y no se siente a gusto. Se enganchará a la lectura de un libro que le parece mágico, sumergiéndose entre sus páginas. Sumergiéndose literalmente, de forma que mezclará fantasía y realidad y … no sabrá cómo salir de ahí. Es una historia bastante extensa, unas 500 páginas (así que mejor para los mayorcitos), pero te hace perder la noción del tiempo y derrochar imaginación sin límites. Merece la pena. Podéis conseguir un ejemplar aquí: La historia interminable – amazon
Siguiendo con el mismo autor, otro clásico imprescindible es Momo. Una novela infantil divertida, inocente, que encierra un mensaje súper importante entre sus páginas: nos habla sobre el concepto «tiempo» y cómo lo usamos en esta sociedad tan estresante en la que vivimos. Cuidado con los hombres grises, que pretenden robarnos el tiempo y se expanden sin remedio. Con la ayuda de la tortuga Casiopea y el Maestro Hora, nuestra protagonista emprenderá una aventura fantástica contra estos ladrones. Es extensa también, más de 300 páginas, por lo que pienso que es una lectura más adecuada para los niños de 10 años en adelante.
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Gerónimo Stilton. Una serie de libros para niños de 6 a 12 años aproximadamente (hay varias colecciones, por edad). Yo creo que es un acierto seguro y hay gran variedad de lecturas para escoger. Hay cómics, adaptaciones de clásicos (nosotros tenemos Peter Pan con criptogramas y es una de las lecturas habituales, a partir de 4 años se les puede ir leyendo ya), libros más extensos para los grandes lectores (como la colección de Gerónimo Stilton en el Reino de la Fantasía) e incluso para las niñas a las que les cuesta apartarse de la literatura de «princesas» tenemos la colección de Tea Stilton y el llamado «Club de Tea», con la misma temática de humor, aventura y misterio.
Uno de mis pequeños lectores es súper fan de Gerónimo y ya hemos leído varios libros por capítulos de sus aventuras, como esta que os reseñé en el blog: Infantil: Reseña El misterio del tesoro desaparecido. Gerónimo Stilton.
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Termino esta primera lista de recomendaciones con otro clásico que no puede faltar en ninguna biblioteca (y no solo infantil, ojo). Harry Potter, por supuesto. Para los más pequeños, los tres primeros títulos están disponibles también en edición ilustrada, para facilitar su lectura.
«Quien no haya pasado tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado… Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque papá o mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito… Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido…. Quien no conozca eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces».
La Historia Interminable. Michael Ende, 1979.