Edad recomendada: De 3 a 6 años. 

Tapa dura. 32 páginas.

Nuestra protagonista de hoy se llama Mónica, aunque ella prefiere que la llamemos Minimoni. Le gustan muchas cosas: los cuentos, montar en bicicleta… pero, sobre todo, pintar. Y hoy ha decidido pintar un beso, por lo que necesita saber de qué color es.

A partir de aquí Minimoni se pone a darle vueltas al tema: ¿Serán rojos los besos, como la salsa de tomate de los spaghetti que a ella le encantan? Claro, los besos pueden ser perfectamente rojos. Aunque… ¡espera, espera! Cuando nos enfadamos nos ponemos rojos, y si estamos enfadados no nos apetece dar besos. Y así va pasando de un color a otro. Aquí os lo dejo, tendréis que averiguar por qué color termina decidiéndose Minimoni, si que al final elige alguno.

Tanto las ilustraciones como el texto son muy tiernas y, desde una perspectiva muy optimista, nos invita a hablar con nuestros peques de sus sentimientos (y, de paso, a romper algún que otro estereotipo, porque ya veremos como no a todas las niñas tiene por qué gustarles el color rosa) . Y eso es magnífico, ya que oportunidades como esta no se pueden desaprovechar. Quiero destacar también la tipografía, que resalta frases y palabras según el momento y resulta muy útil para captar la atención de los niños.

En definitiva, me ha causado muy buena impresión este álbum ilustrado para estimular la inteligencia emocional de los peques y ayudarles a expresar sus sentimientos, en la línea de El monstruo de colores que, por aquí al menos, sigue siendo un rotundo éxito y del que os invito a leer su reseña en este enlace: Reseña – El monstruo de colores. Editorial Flamboyant. 

Bien, os dejo pensando en cosas bonitas, a ver con qué color identificáis vosotros los besos. Que paséis buen día.