Edad: 3 a 7 años aproximadamente. 36 páginas.
¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: “Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna”, le dijo al elefante.
Esta historia se basa en la cooperación, en la importancia del trabajo en equipo: no hay tamaños, no hay razas, no hay barreras. Todo se consigue más fácilmente (y sabe mejor) cuando se hace en equipo y colaborando entre todos.
Las ilustraciones, una parte muy importante en libros para niños de corta edad, están muy conseguidas y, en mi opinión, son bastante atrayentes; la estructura de la historia, repetitiva y acumulativa, facilita la comprensión de la misma para los más pequeños y hace que presten mayor atención para averiguar quién conseguirá llegar antes, cómo lo hará y, por supuesto, a qué sabe la luna.
Esta historia ofrece a los niños la mejor de las moralejas: Si nos esforzamos y además recorremos nuestro camino juntos quizás nuestros deseos más inalcanzables ¡ incluso la luna! Puedan hacerse realidad.
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