«Jornadas sobre #RedesSociales: Problemática jurídica. Ciberdelincuencia», reza el cartel, de coloridos rótulos que aún no le resultan demasiado familiares.
– Ese es…
– ¿Otra vez papá? Facebook, ese otro Twitter…
La sala de conferencias está a rebosar, su hijo incluso tiene que sentarse en un taburete. Se siente fuera de lugar entre tanto abogado joven y piensa cómo ha llegado hasta allí. Justo cuando empezaba a pensar en jubilarse, con un incumplimiento de pago de alimentos y la defensa de oficio de un maleante local como únicas preocupaciones, irrumpió en el despacho una madre angustiada, tachando de presunto acosador al ex-novio de su hija adolescente y temiendo por su seguridad. Su hijo entonces planteó una duda:
– No sé si enfocarlo como «stalking» o «ciberbullying». ¿Qué opinas papá?
Y él, que enseñó a su hijo a ejercer la abogacía, no tuvo respuesta.
Tuvo que dejar la jubilación para más adelante.
Publicado en Abogacía.es
Relato seleccionado en el mes de julio de 2017.